• Cientos de familias aprendieron de manera divertida y a través de juegos, cómo reconocer la calidad en la vida diaria.
  • Evento forma parte de las actividades que se desarrollan en tres regiones del país en el marco del “Mes de la Calidad: desafíos para un país competitivo”.

Arequipa, 19 de noviembre de 2017- Fueron dos días en donde la feria “Aprendiendo con Calidad”, llevó juego y diversión a más de mil familias arequipeñas, quienes pudieron aprender como reconocer la calidad en los diferentes aspectos de la vida diaria.

Juegos, exposiciones y dinámicas preparadas por INACAL formaron el escenario perfecto para que chicos y grandes, pasaran un fin de semana diferente con el factor calidad de por medio.

La metrología, la acreditación y la normalización, se convirtieron en juegos. Por ejemplo, a través de tiro al blanco conocieron la importancia de la precisión, con el juego de la memoria entendieron que un producto o servicio acreditado te garantiza que sea de calidad, con la ruleta, chicos y grandes conocieron un poco más sobre las Normas Técnicas Peruanas y porque su aplicación es vital para la estandarización en la elaboración de productos y cómo están inmersas en prácticamente todo lo que nos rodea en el día a día.

Mucho interés hubo en aprender a leer etiquetas de diferentes productos y para ello, uno de nuestros especialistas explicó a detalle los elementos que nunca deben de faltar en las etiquetas y sus significados. Varios grupos de visitantes, culminaron esta parte reconociendo que antes de adquirir algún producto deben verificar si este tiene fecha de vencimiento, peso neto, ingredientes, y otros datos importantes.

También jugaron el clásico ludo y con ello conocieron los elementos y circunstancias en la que se encuentra la calidad en la vida misma.

Esta feria se llevó a cabo los días 18 y 19 de noviembre en la Plaza San Francisco, en el marco del “Mes de la Calidad: Desafíos para un país Competitivo”.

Para el INACAL es importante que el público en general, desde el más pequeño hasta el más grande; desde los hijos hasta los padres; desde escolares hasta los profesionales, conozca la cultura de calidad.

Si sabemos cómo distinguir la calidad, sabremos cómo exigirla y si la exigimos en el día a día y la hacemos nuestra, nos convertiremos en productores y consumidores responsables.

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